Tú viniste del sur,
de ese sur de tierra reseca y no muy fértil;
que huyendo de los trópicos se sumerge
en la mar; ese mar Caribe que cuando
encuentra una tranquila bahía donde
descansar se duerme y reposa su trajinar...
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De allá donde se mece las doradas arenas,
de allá donde el cástus se mezcla con la palma,
y la lagartija la confunden con la iguana;
de allá trajiste tus ojos de miel de palma,-niña-.
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En los brazos de seda de la brisa caribeña
te trajo acurrucada sureña..
aún hay aroma en tus cabellos a amapolas y espigas;
hay un verde hermoso de papaya y maizales
en tus bellos ojos: -sureña-.
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Mi voz que en mi inconsciente ya te llamaba de pequeño
encaramándose a la rosa de los vientos;
en brújula de sueños y con un viento de popa..
me embarque para saber que algo bonito ya vibraba en ti,
en dulces merengues dominicanos..
en un arroyo de palabras de amor
que roba la magia de tus ojos de miel....
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Del sur me llega tu nombre aún mojado por las aguas
cristalinas y cálidas de la bahía de las águilas...!
De nuestra Quisqueya lo mejor, hermosas playas y magnifico sol, encantos en acordes de música y la mejor satisfacción de ser los reyes del Caribe y en eso no hay error.
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