Sentada en el columpio
mi alondra sueña y dormita;
enmudecen los astros y los jilgueros,
mientras que el perdigón le canta una cancioncilla.
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Y otros hombres heridos en su honor
pasean sus surtidores de desagravios
como delfines líricos;
o quizás mucho mas agobiados.
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Con los ríos al hombro
y las rosas amarillas a sus espaldas;
ella se columpia alegre en la simpar Jarabacoa,
mientras los demás peregrinan sin llamar en la posada.
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La vida es un único verso interminable
nadie aún a llegado al fin;
nadie sabe que Jarabacoa es un jardín,
el lugar de la eterna primavera..
cuando mi alondra esta allí.
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Se me olvidó que el ángelus ha fallecido
con la guadaña ensangrentada;
al saber que en Jarabacoa no tiene que hacer nada..
ya un segador se alejó cantando bajito.
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Venir a ver las amazonas del distrito
los caballeros galantes y con espuelas;
a este bello jardín y el laberinto,
de orquìdeas, girasoles y bielas....!
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