Cuando la perdió, se desplomó a sus pies...!(13-2-2019)

Andaba el profeta entre Arabia y Palestina,

haciendo suyo el silencio y pierde la nostalgia;

no ha conseguido aún el afán de ser

profeta en su tierra, pues lo expulsaron 

de Granada sin haber conseguido su premio.

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Sumerge su vida y vierte su perdón de la palabra

y se le humedecían los ojos y lloraba;

mientras su madre le decía: -llora como una mujer

lo que no supiste defender como un hombre-.

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Su espíritus sigue vagando por los caminos,

entre Arabia y Granada, de aquellos que se fueron 

o expulsaron: profetizando que un día, no muy lejano,

al Andaluz será otra vez musulmana....

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Dejo a su amada y a su hijo en brazos de aquel moro

y siguió por los caminos desiertos profetizando..

consumido por la piel de aquel Boadil, en su ausencia

besaron sus labios púdicos.

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Su frente no sintió jamás aquellos besos..

nunca poseyó la piel desnuda de una virgen cristiana...

tanto que lo deseó y tan cerca que la tubo,

hizo suyo el atardecer de la Alambra.

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Y cuando la perdió, se desplomó a sus pies y lloró,

!ay cuanto lloró! y solo años después,

soñó que podía seguir por los caminos con los dos

únicos zapatos que le quedaban, profetizando:

que mañana Granada será musulmana...!

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