Sobre un enjaezado caballo pelitordo,
vuela José María Hinojosa, "El Tempranillo",
con la muerte en los talones, trabuco en mano
quemando a su inmediato perseguidor.
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Así, como Tiberio, defendiendo los seis litros
y medio de sangre, que componen su cuerpo;
así fue siempre su azarosa vida de bandolero
o, hombre de la sierra, huyendo de la injusticia.
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Desde que un día, siendo aún muy niño,
tuvo que matar a un hombre, por defender su dignidad:
de niño-hombre.. con lo que se ganó
su apodo o, sobre-nombre: "El Tempranillo"....
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Pues todos le decían: -tempranillo has empezado tú,José María..
-la vida lo trató duro-
y su casa desde entonces, fue la serranía;
caminando de noche y durmiendo de día.
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Pero heme aquí sin palabras, como Tiberio, Dios,
pálido en la certidumbre de estar contando
un retazo de historia, que le obligaron
a él, a vivirla sin planificarla.
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Y se decía: en la soledad de la lúgubre cueva, donde vivía:
ahora yo aquí, como Tiberio,-todo lo que un hombre firmará-
en nombre de de unos ojos, unas trémulas manos,
de amante y asesino,destrozado.
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"Tempranillo" acabado, y según quién,
es contado y recordado.....!
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