!!Oh, bella ambición del hambriento!!

No era la culpa de mi poesía y mis versos

eras sólo tú bella profesora

abnegada,casi esclava de tus alumnos,

adicta a tu profesión;

eras tú solamente como una amapola

en medio de un trigal, como una roja

manzana esperando ser mordida;

!!Oh bella ambición del hambriento!!.

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Clara como los manantiales de la montaña,

tierna como el beso de una niña.

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Dulce como el almíbar,

cariñosa y suave como el vuelo de la alondra.

***//***

Eras tú y tenías las manos suaves

como el vuelo del picaflor

y los ojos dorados como las abejas...

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Me he vuelto tan adicto a ti

como el drogadicto a la cocaína;

que hasta para poder conciliar el sueño

tengo que tener una de tus manos

entre las mías, por donde percibo

los latidos de tu corazón,

platicando de amor con el mío...

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!!Oh, que adoración siento en silencio

cuando te observo con esos libros 

de texto entre tus manos

como si fueran un puñado de rosas...!!