
He caminado tanto y me deje detrás
tantos campanarios que ya no distingo mis huellas,
he perdido el camino tantas veces
y otras tantas he vuelto a encontrarlo,
que si me preguntan en la niebla
aveces ya no sé a ciencia cierta
el punto exacto donde me hallo.
***//***
Siempre me guió mi susconciente:
algo que aprendí de niño
en el poco tiempo que tuve para
aprender a jugar, que era la primera fuerza...!
***//***
En las encrucijadas solo me paro
una vez y busco la rosa de los vientos,
abro la pajarera y leo en el libro del destino,
en el que creo a pie juntillas ciegamente...
***//***
Y muy formalmente me digo:
No tengo patria ni reina ni nadie
que me defienda, pero en el camino soy el Rey;
hay montañas, ríos y mares y grandes soledades,
desiertos sin agua y caminos que huyen...!
***//***
Pero una cosa sigo teniendo cierta
en mi longeva pajarera;
y es donde vi la luz primera
y que es tierra firme
el lugar donde por fin senté mi cabeza...!
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