El poema de hoy es un sordo rumor que trepa
por el tronco dormido de este baobab sordo
he inmune a todos los ruidos
de esta escandalosa y bullanguera ciudad.
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Bajo ese árbol desaliñado que forman los cables,
las lamparas de mercurio
sirenas ensordecedoras de policía y bomberos,
escandalizando ese cansado pueblo...
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¿De donde me llega el ánimo como un potro desvocado
a echarse en mis pies y pedirme que escriba?
¿o el águila que planea sobre un cielo de brumas
y polución que escupe sin control
esas chimeneas que están matando
lentamente mi planeta?.
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Es como lanzar un zapato sobre el tendido eléctrico,
apoyado en un pie descalzo sobre
el caliente cemento*
hación inexplicable con la que tanto
disfrutan los parados de este pueblo...
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Al evocar el rumor de la ciudad
que celebra la nueva noche para descansar;
con sus raíces agarradas al viejo Ozama,
derramo mi pasión por escribir poemas
y sobre esta vieja ciudad derramo mis pasiones...!
(* Dicho popular, ya colgó los zapatos)
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