Melancolía, saca tu dulce aguijón ya!
no te sebes sobre mi dorado trigo andaluz..
deja que se luzca con ese dorado oro
por las campiñas de mi amada Andalucía.
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No acabes el maná que de la tierra a brotado;
yo quiero que de él se alimente mi pueblo hambriento..
que en sus hornos horneen doradas hogazas
que junto al aceite de oliva formen un feliz matrimonio...
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Mi corazón es un tiesto regado con la savia de la vida
y mis ojos se recrean orgullosos cuando ven como en tus olas
se mecen complacidas orgullosas amapolas..
hay otros pájaros dentro de él.. pero no los dejo que aniden...
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San Isidro, Ángel redentor de los campos y la naturaleza;
haz que de esa lluvia serena y abundante
sacie la sed de esta tierra fértil y reseca..
¡es tan azul la brisa que mece tus trigales...!
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Ya se acaba la primavera y se secan las espigas,
pronto vendrá el segador afanoso a recoger estas mieses
las llevan a las eras carretas con bueyes;
allí le quitan la paja.. y ahora ya limpios a seguir
el ciclo que te marcó la vida...!
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