Encontré un jilguero trinando
y cual grande fue mi admiración
pues el que tocaba el piano era un chico de El Gastor.
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Sus manos como mariposa de amor
sobre volaban las teclas con candor
de un piano de cola que era todo un primor.
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No es Beethoven, ni Chopin o, Mozart,
ni Falla, Albéniz o,Granados,
es una joven promesa que de El Gastor a llegado.
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Es humilde, trabajador y sincero,
lo que sale de sus manos se oye en el mundo entero,
y como todos los grandes en Moscu esta su sueño.
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Tus manos sobre el piano son como una oración
tu música clásica como la del mejor compositor,
la oímos con orgullo los vecinos de El Gastor.
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Fuiste audaz y perseverante
cosechando éxitos y fama por el mundo caminaste,
y la recompensa a tu empeño poco a poco la encontraste.
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Yo poeta aficionado y bohemio
que suelo cantar a los artistas de mi pueblo;
hago para ti este poema como mi mejor premio...!!
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