Como siempre, no has de esperar nada de tu arenoso camino,
intrépido caminante del desierto;
si en tu fantasía te haces falsas ilusiones,
sólo verás tu propio espejismo
de ese laberinto sin fin que se cobija bajo tu turbante.
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Y nadie, ni siquiera el viento que transforma las dunas
quitará la nube de tus ya sufridos ojos;
para que veas el oasis..
lejos, muy lejos están los valles y los frescos manantiales,
que alguna vez fueron tus compañeros de viaje.
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No te acompañará nada en la noche del desierto,
sólo tu camello, si te cuidas de amarrarlo correcto..
si no no tendrás ni eso, pues este bicho, más bien feo,
si que sabe de desiertos, y tiene en su fea cocorota,
la idea de dejarte solo ante el desierto,
y tu destino, y quitarse todo, menos la joroba,
pues ahí guarda su agua como tu el vino en la bota...
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Y te razonará: extraño caminante, yo te traje
al desierto porque tú me obligaste;
nada puedo ofrecerte de voluntad, pues somos
tan diferentes, ciegos están mis ojos, ciega mi memoria,
yo como tú, busco mi camella y mi manada en un verde prado,
y tú quieres encontrar la tuya en este desierto...
!!NO ESTAS CHALADO!!
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