martes, 18 de noviembre de 2014

¡¡José Palmero, con sus cestas "corriendo, corriendo".!!


Abrías cada mañana la verja de palo,
y mirabas al mundo con descaro;
las luciérnagas de la noche aún no habían
apagado su farol y ya por el horizonte
se oía el gorgojeo  de algún pájaro.
***
Te ponías tu alma nueva
y en el hombro una cesta y otra en la mano,
y te lanzabas a conquistar el mundo;
a tu manera y entendimiento.
***
Y si por ventura te encontrabas
un noctívago que se había caído de la cama
en un vago ensueño y te decía:
adonde vas José tan de mañana..
tú le contestabas con esa cancioncilla
tan bien aprendida; ahí voy "corriendo, corriendo".
***
Al pasar por el molino, te vio un pintor
madrugador y bohemio, y dejo para la historia
tu imagen gravada en un lienzo:
y la tituló: el hombre de la cesta
que siempre camina "corriendo, corriendo".
***
Pero un día te fuiste por víveres
a otro ¡¡huerto!! y se quedó para siempre
cerrada la verja de palo
y sin tu típica imagen asomando por el puerto...! 

No hay comentarios:

Publicar un comentario