De tu vestido de rosas sacaría todos los pétalos,
y todos los botones y sostendría tu cuerpo
a cambio de besos.
Porque nadie sabe como yo que tus dientes
son pétalos, escogidos para hacer ese manto divino.
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Para mí nada más que mirarte a los ojos me siento
bendecido, pero también me siento agradecido
bailando contigo, un merengue: "Perico ripiao".
Recordarás aquella tarde sobre la baranda de aquel puente
sobre el rio Guadalquivir, a su paso por Córdoba.
***//***
Tan especial como si Dios nos mantuviera en sus manos,
¿lo recuerdas amor? recordarás las pasajeras
cosas amigas, recordarás el dominio pequeño sobre tu pecho?
que fui yo quien derramó mis besos
sobre tu carne mulata, aquella tarde.
***//***
Y quizás cuando sea mayor y este sentado
en el poyete de tu puerta adormilado, venga
a despertarme nuestra nieta y te recuerde
aquella tarde...!
***//***
Yo no te pido nada más, mirarme siempre en tus ojos
negros como el pájaro enfermo y sin poder volar
mira el vuelo de sus compañeros y trinando
se quiere consolar, yo ya no te pido mucho más,
los deseos se me fueron cayendo como se caen las hojas
a las rosas de un rosal.....!
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