El hombre respira
con su pecho apelmazado
arterias taponadas de nicotina
venas llenas con alambre y cateterismo
por el oxígeno contaminado de la industria
tubos obturados de colesterol malo en sangre
espinas secas con ácidos malignos y petróleos
grasas saturada ingeridas por hamburguesas comidas
hilachas de grasas pulí-saturadas aceites de palma
estambres revolcados en cocinas de sórdidos estropajos
redes de alcohol y alquitranes y recalcitrantes roncares
así se ahoga el hombre poco a poco sin remedio
para siempre
y él lo sabe
y vuelve a insistir
de espaldas a todo esto
y sigue con sus manías estúpidas
hasta que se asfixia sin remedio alguno.
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