Dormida en la madruga
la paciente guitarra espera
quejio de hermosa madera
de Diego Amaya su llegada.
***
Su delgadita cintura
de gastoreña que suspira
preñada como una espiga
resiste su carne dura.
***
Espera su amor en la noche
la caricia de Diego con su brío,
deja su cuarto sombrío
para esperar las manos de Diego cada noche.
***
Con esa madera fina
de una caoba cubana
su temple como campana
en esas manos tan divinas.
***
¡Ven a mis manos guitarra vieja,
vuelve a estar otra vez con migo;
para que con tus bulerías alegres a mis amigos..
que la guitarra de Diego..llora pero no se queja.
***
¡Coge esa guitarra Diego
y haz que hable por esa redonda boca;
que se estremezca en tus manos como una chiquilla loca..
que se produzca en tus manos ese sonido del cielo!!.
***
¡Toca la guitarra Diego,
llena de vino tu boca
veras como la guitarra toca
ese quejio tan flamenco...!!
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