jueves, 23 de octubre de 2014
¡¡Mi noche de los tamarindos...! (escrito el 8/7/2014)
¿Para qué me llaman, para encenderme los ojos
de viejo zorro en la noche de los tamarindos?
callan las luciérnagas y cigarras con el embrujo
de la guitarra de Diego, por malagueñas y serranas..
ya todos callan, y sólo los niños que solo entienden de nanas van desgranando sus sueños en canciones desgastadas.
Ellos son los habitantes de los cuartos en penumbra,
mientras una gitana con garbo se arranca
con zapateados secos y palmas entrecortadas..
el silencio se raja en la noche y el quejio
se difunde en las estrellas.
El animal domestico se desliza por los corredores,
y las aves nocturnas dejan su quehacer de caza
y agudizan sus oídos para captar esa melodía embrujada.
En la noche de los cabales;
cuatro sillas y una mesa, humo de cigarros medio apagados,
unos vasos catavinos y una botella medio llena
en el patio de la casa de "Frasquito el de la bodega".
Un cantaor de tronio y una gitana morena
van desgranando la noche por tangos y malagueñas..
y esa guitarra que habla y quita también las penas
cuando la acaricia Diego y le saca sus falsetas..
¡Ay mi noche de tamarindo en este pueblo de la sierra!
con el misterio con que te escucho
en mis noches de pasión..
esa guitarra embrujada..¡la de Diego el de El Gastor!!.
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