Un borracho que lloraba
con dolor se lamentaba
agarrado a su morena;
de esta manera cantaba...
No quitarme la botella
que me quiero emborrachar
haber si no pienso en ella
y la consigo de olvidar.
Mujer de tanta bondad
que estas en la puerta
del cielo y no me perdonara
el día que no la quiera.
Te fuiste y no me llamas
sabiendo mi paradero
en Ronda callejón infante
en la puerta de frascuelo
donde paran to los grande.
Desde mi casa a tu casa
estoy haciendo un carril
lo estoy haciendo de noche de tanto ir y venir
pa ver tu cara Tomasa.
Con sangre del que te ofenda
tendré que regar la calle
y si te ofende mi mare
llévala tu con paciencia
que de ella no puedo vengarme....!
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